sábado, 26 de marzo de 2022

06. LA RESPONSABILIDAD DEL VENDEDOR DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS.

NO IMPORTA Cuál Sea La Riqueza, Poder O Posición De Un Hombre A La Vista Del Mundo, no importa si le está permitido por la ley del país vender bebidas embriagantes a su prójimo, será tenido por responsable a la vista del Cielo por degradar al alma que ha sido redimida por Cristo, y será culpado en el juicio por rebajar un carácter que debería haber reflejado la imagen de Dios, hasta reflejar la imagen de lo que está más abajo de la creación animal.

AL INCITAR A LOS HOMBRES A EDUCARSE EN EL HÁBITO DEL ALCOHOL, el vendedor de bebidas está en la práctica quitando la justicia del alma y llevando a los hombres a convertirse en abyectos esclavos de Satanás. El Señor Jesús, el Príncipe de Vida, está en controversia con Satanás, el príncipe de las tinieblas. Cristo declara que su misión es elevar a los hombres. . . .

JESÚS DEJÓ LOS ATRIOS CELESTIALES y depuso su propia gloria, y revistió su divinidad con humanidad para que pudiese entrar en estrecho contacto con la humanidad, y por 37 precepto y ejemplo pudiese elevar y ennoblecer la humanidad y restaurar en el alma humana la imagen perdida de Dios.

ESTA ES LA OBRA DE CRISTO; Pero, ¿Cuál Es La Influencia De Aquellos Que Legalizan El Tráfico De Bebidas? ¿Cuál Es La Influencia De Aquellos Que Ponen La Botella En Los Labios De Su Prójimo? Contrasten la obra del vendedor de bebida con la obra de Jesucristo, y estarán forzados a admitir que los que trafican con el alcohol, y los que sostienen el tráfico, están trabajando en colaboración con Satanás. Mediante este negocio están haciendo una obra mayor en perpetuar la miseria humana de lo que lo están haciendo los hombres en cualquier otro negocio del mundo. . . .

EL VENDEDOR DE BEBIDAS asume la misma actitud de Caín, y dice: "¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?", y Dios le dice, como le dijo a Caín: "La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra". 

LOS VENDEDORES DE BEBIDAS serán tenidos por responsables del desamparo que ha entrado en los hogares de aquellos que eran débiles en fortaleza moral, y que cayeron por la tentación de la bebida. Se les imputarán la miseria, el sufrimiento, la desesperación que entraron en el mundo mediante el tráfico de bebidas. Tendrán que responder por los ayes y la necesidad de las madres y de los hijos que han carecido de comida, vestido y techo, que han sepultado toda esperanza y alegría.

EL QUE CUIDA DEL PAJARILLO y toma nota de cuando cae al suelo, que reviste el campo de hierba, que hoy es y mañana es echada en el horno, no pasará por alto a aquellos que han sido formados a su propia imagen, comprados con su propia sangre, ni desoirá sus gemidos de dolor.

DIOS TOMA NOTA DE TODA ESTA IMPIEDAD QUE PERPETÚA LA MISERIA Y EL CRIMEN. Considera responsables de todo ello a aquellos cuya influencia ayuda a abrir la puerta de la tentación para el alma (Manuscrito 54, sin fecha).

LA SENTENCIA DE DIOS SOBRE EL VENDEDOR DE BEBIDAS. No sabe ni se preocupa de que el Señor tiene una cuenta que arreglar con él, y cuando su víctima ha muerto, su corazón de piedra no se inmuta.

No ha prestado oído a la advertencia: "A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor; y mi furor se encenderá, y os mataré a espada, y vuestras 38 mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos" (Review and Herald, 15-5-1894).

NO HABRÁ EXCUSA para el traficante de bebidas en aquel día cuando cada hombre recibirá de acuerdo con sus obras. Los que hayan destruido la vida tendrán que pagar la penalidad con la suya. La ley de Dios es santa, justa y buena" (Carta 90, 1908). Te/EGW/MHP


domingo, 20 de marzo de 2022

05. “LOS HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN INCONVENIENTES COMO CAUSA DE ENFERMEDAD”

UNA HERENCIA DE GENERACIÓNEl hombre salió de la mano de su Creador perfecto en su estructura y hermoso en su forma. El hecho de que durante seis mil años haya soportado el peso siempre creciente de la enfermedad y el crimen, es una prueba concluyente del poder de resistencia del cual fue dotado. Y aun cuando los antediluvianos generalmente se entregaron al pecado en forma irrefrenada, pasaron más de dos mil años antes que la violación de las leyes naturales produjera consecuencias sensibles. Si Adán no hubiera poseído originalmente un poder físico mayor que el que los hombres tienen ahora, la raza se habría extinguido.

A TRAVÉS de sucesivas generaciones desde la caída, la tendencia ha sido siempre hacia abajo. La enfermedad se ha transmitido de padres a hijos, generación tras generación. Aun los infantes en la cuna sufren de aflicciones causadas por los pecados de sus padres.

MOISÉS, el primer historiador, presenta un relato bien definido de la vida social e individual de los primeros días de "la historia del mundo, pero no encontrarnos ningún caso en que un infante hubiera nacido ciego, mudo, lisiado o imbécil.

No se registra un sólo caso de muerte natural en la infancia, en la niñez o al comienzo de la edad adulta.

Las noticias necrológicas del libro de Génesis están concebidas de esta manera: "Y fueron todos los días que vivió 140 Adán novecientos treinta años; y murió". "Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió". Acerca de otros, el registro sagrado establece: "Murió en buena vejez, anciano y lleno de años".

ERA TAN RARO que un hijo muriera antes que su padre, que un hecho tal era considerado digno de ser registrado: "Murió Harán antes que su padre Taré".

LOS PATRIARCAS desde Adán hasta Noé, con pocas excepciones, vivieron casi mil años. Desde entonces el promedio de la vida ha estado decreciendo.

EN EL TIEMPO DE LA PRIMERA VENIDA DE CRISTO, la raza humana había degenerado tanto, que no solamente ancianos, sino también personas de edad media y jóvenes eran llevados desde todas las ciudades al Salvador, para ser sanados de sus enfermedades. Muchos trabajaban bajo una increíble carga de miseria.

LA VIOLACIÓN DE LAS LEYES FÍSICAS, con su consecuente sufrimiento y su muerte prematura, ha prevalecido por tanto tiempo, que estos resultados se consideran como la suerte común de la humanidad; pero Dios no creó a la raza en una condición tan débil. Este estado de cosas no es obra de la Providencia, sino del hombre. Es el producto de hábitos erróneos: es la consecuencia de violar las leyes que Dios ha formulado para gobernar la existencia del hombre.

UNA TRANSGRESIÓN continua de las leyes naturales es una transgresión continua de la ley de Dios. Si los hombres hubieran sido siempre obedientes a la ley de los Diez Mandamientos, practicando en su vida los principios de aquellos preceptos, la maldición de la enfermedad que ahora inunda al mundo no existiría.

"¿O IGNORAS que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu los cuales son de Dios" (1 Cor: 6:19, 20).

CUANDO LOS HOMBRES siguen una conducta que consume innecesaria 141 mente su vitalidad o entenebrece su intelecto, pecan contra Dios; no lo glorifican en su cuerpo y en su espíritu, que son de Dios.

SIN EMBARGO, a pesar del insulto que el hombre ha inferido a Dios, el amor divino todavía se extiende a la humanidad; y el permite que brille la luz, habilitando a los hombres a ver que, a fin de vivir una vida perfecta, deben obedecer las leyes naturales que gobiernan su ser. ¡Cuán importante es, pues, que el hombre ande en esta luz, ejercitando todas sus facultades, tanto las del cuerpo como las de la mente, para la gloria de Dios!

NOS ENCONTRAMOS en un mundo que está opuesto a la justicia, o sea a la pureza de carácter, y especialmente opuesto al crecimiento en la gracia.

DONDEQUIERA que miremos, vemos contaminación y corrupción, deformidad y pecado. ¡Cuán opuesto es todo esto a la obra que debe realizarse en nosotros precisamente antes de recibir el don de la inmortalidad! 

LOS ELEGIDOS DE DIOS deben aparecer puros en medio de las corrupciones que pululan entre ellos en estos últimos días. Sus cuerpos deben ser hechos santos, sus espíritus puros. Si esta obra ha de realizarse, debe ser abordada de inmediato, con fervor y en forma inteligente. El Espíritu de Dios debe tener perfecto dominio, para influir toda acción...

LOS HOMBRES han mancillado el templo del alma, y Dios les exige que despierten y que luchen con toda su fuerza para reconquistar la virilidad que Dios les concedió. Nada sino la gracia de Dios puede convencer y convertir el corazón; solamente de él pueden los esclavos de la costumbre recibir poder para quebrantar las cadenas que los atan.

ES IMPOSIBLE que un hombre presente su cuerpo como sacrificio vivo, santo aceptable a Dio, mientras continúa complaciendo hábitos que lo privan del vigor físico, mental y moral.

DE NUEVO EL APÓSTOL DICE: "No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de 142 vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Rom. 12:2). 

Consejos Sobre El Régimen Alimenticio (EGW). MHP 


sábado, 19 de marzo de 2022

04. CUANDO LLEGAN LAS ENFERMEDADES DEBEMOS TENER PRESENTE LO SIGUIENTE.

*La Oración no cambiará en la mayoría de los casos, la violación a la leyes naturales y físicas que Dios estableció.

Hay leyes de salud que debemos respetar a lo largo de nuestra vida diaria. Si la desobedecemos cosecharemos las consecuencias. Dios perdona nuestro pecado, pero no de las consecuencias.

Pero excepcionalmente Dios actúa a pesar de sus leyes. 

A eso llamamos MILAGRO, Pero es mínimo.

Dios muestra en su palabra MAS LA MEDICINA PREVENTIVA QUE CURATIVA.

Por eso nos ha mostrado como debemos vivir. Que comer, que beber, como vestirse, como recrearse…etc

*Pero es cierto también que heredamos enfermedades de nuestros ancestros, pero es, en un porcentaje mínimo. Lo demás es por nuestro estilo de vida.

LA PREGUNTA ES: ¿Cómo estoy viviendo hoy? ¿Cómo me alimento? ¿es saludable?

Recuerda la fe va con el creer y el obedecer a la palabra de Dios.

“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Gal. 6:7. Ministerio Hno. Pio 


03. LA ENFERMEDAD Y LA SIDRA.

Del consumo habitual de sidra puede resultar una tendencia a enfermedades diversas, tales como hidropesía, desórdenes hepáticos, temblores nerviosos y congestión cerebral. Mediante su consumo muchos acarrean sobre sí mismos enfermedades permanentes. Algunos mueren de tuberculosis o son víctimas de apoplejía sólo por esta causa.

Algunos sufren de dispepsia. Toda función vital se niega a actuar, y los médicos les dicen que tienen desarreglos hepáticos, cuando si ellos se deshicieran de su barril de sidra y nunca cedieran a la tentación de reemplazarlo, sus fuerzas vitales maltratadas recobrarían el vigor. (Review and Herald 25-3-1884).


02. “CRISTO EL MÉDICO DIVINO”

“Uno de las áreas en que Jesús se deleitaba, era en el de sanar. 

Se dice que sanó más; que de lo que predicó”.

Una vez ungió con barro los ojos de un ciego, y le ordenó: "Ve, lávate en el estanque de Siloé.... Y fue entonces, lavóse, y volvió viendo."*(Juan 9:7).

 Lo que curaba era el poder del gran Médico, pero él empleaba medios naturales. Aunque no apoyó el uso de drogas, sancionó el de remedios sencillos y naturales. 

A muchos de los afligidos que eran sanados, Cristo dijo: 764 "No peques más, porque no te venga alguna cosa peor."*(Juan 5:14).

 Así Enseñó que la enfermedad es resultado de la violación de las leyes de Dios, tanto naturales como espirituales.

EL MUCHO SUFRIMIENTO que impera en este mundo no existiría si los hombres viviesen en armonía con el plan del Creador.

Cristo Había Sido Guía Y Maestro Del Antiguo Israel, Y Les Enseñó Que La Salud Es La Recompensa De La Obediencia A Las Leyes De Dios.

EL GRAN MÉDICO que sanó a los enfermos en Palestina había hablado a su pueblo desde la columna de nube, diciéndole lo que debía hacer y lo que Dios haría por ellos. "Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios --dijo,-- e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los Egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador." (Éxodo 15:26).

 CRISTO dio a Israel instrucciones definidas acerca de sus hábitos de vida y le aseguró: "Quitará Jehová de ti toda enfermedad."*(Deuteronomio 7:15). 

CUANDO el pueblo cumplió estas condiciones, se le cumplió la promesa. 

"No hubo en sus tribus enfermo." (Salmos 105:37).

 ESTAS LECCIONES SON PARA NOSOTROS. Hay condiciones que deben observar todos los que quieran conservar la salud. Todos deben aprender cuáles son esas condiciones. Al Señor no le agrada que se ignoren sus leyes, naturales o espirituales. Hemos de colaborar con Dios para devolver la salud al cuerpo tanto como al alma. Y debemos enseñar a otros a conservar y recobrar la salud.

Para los enfermos, debemos usar los remedios que Dios proveyó en la naturaleza, y debemos señalarles a Aquel que es el único que puede sanar.

NUESTRA OBRA CONSISTE en presentar los enfermos y dolientes a Cristo en los brazos de nuestra fe. Debemos enseñarles a creer en el gran Médico. Debemos echar mano de su promesa, y orar por la manifestación de su poder. La misma esencia del Evangelio es la restauración, y el Salvador quiere que invitemos a los enfermos, los imposibilitados y los afligidos a echar mano de su fuerza.

EL PODER DEL AMOR estaba en todas las obras de curación de Cristo, y únicamente participando de este amor por la fe podemos ser instrumentos apropiados para su obra. Si dejamos de ponernos en relación divina con Cristo, la corriente de energía vivificante no puede fluir en ricos raudales de nosotros a la 765 gente.

HUBO LUGARES donde el Salvador mismo no pudo hacer muchos prodigios por causa de la incredulidad. Así también la incredulidad separa a la iglesia de su Auxiliador divino. Ella está aferrada sólo débilmente a las realidades eternas. Por su falta de fe, Dios queda chasqueado y despojado de su gloria. 

HACIENDO la obra de Cristo es como la iglesia tiene la promesa de su presencia. Id, doctrinad a todas las naciones, dijo; "y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." Una de las primeras condiciones para recibir su poder consiste en tomar su yugo. La misma vida de la iglesia depende de su fidelidad en cumplir el mandato del Señor. DTG 764,765.


01. “JEHOVÁ TU SANADOR”

Y Dijo: Si Oyeres Atentamente La Voz De Jehová Tu Dios, E Hicieres Lo Recto Delante De Sus Ojos, Y Dieres Oído A Sus Mandamientos, Y Guardares Todos Sus Estatutos, Ninguna Enfermedad De Las Que Envié A Los Egipcios Te Enviaré A Ti; Porque Yo Soy Jehová Tu Sanador. Éxodo 15:26

Si oyeres atentamente. Aquí se registra una promesa maravillosa. Si de allí en adelante el pueblo de Dios obedecía estrictamente todos sus mandamientos, entonces él lo sanaría como había sanado el agua, y lo libraría tanto de males físicos como morales. 

Por consiguiente, el bienestar físico de Israel dependía de su obediencia. Este gran principio fue cierto no sólo en el tiempo de los hebreos sino a través de todos los siglos.

El bienestar físico de la raza humana todavía depende en gran medida de su obediencia a la ley divina. Los que desobedecen las leyes que rigen el sano vivir, sólo pueden culparse a sí mismos por las consecuencias. Por otro lado, los que viven de acuerdo con las instrucciones impartidas por el cielo en cuanto a la salud, estarán notablemente libres de enfermedades. Dios se interesa no sólo en el estado espiritual del hombre sino también en su estado físico (3 Juan 2).

Ninguna enfermedad. Algunas de estas enfermedades se enumeran en Deut. 28:27, y también se hace referencia a ellas en Deut. 7:15. Se sabe que ciertas enfermedades siempre han prevalecido entre los egipcios con mucha gravedad, especialmente enfermedades de la piel y de los ojos. Durante su larga permanencia en Egipto, los hebreos estuvieron bien familiarizados con las enfermedades de ese país.

Jehová tu sanador. Los médicos egipcios eran famosos en todo el antiguo Cercano Oriente, pero documentos existentes muestran que no consideraban como suyo el poder de curar sino de sus dioses.

En sus manuales de medicina, algunos de los cuales tienen ahora 4.000 años de edad, las enfermedades se dividen en tres clases: (1) las que pueden ser tratadas; (2) las que pueden ser impedidas; (3) las que no pueden ser curadas.

Aunque la ciencia médica ha avanzado muchísimo desde los días de Moisés, se mantiene todavía esta clasificación. El cirujano puede hacer una incisión, sacar un órgano y coser la herida, pero no puede curarlo.

El médico puede administrar ciertas drogas, que sabe que tienen determinados efectos sobre ciertos males, pero allí termina su habilidad. El verdadero proceso de curación es realizado por un poder sobre el cual no tiene control la ciencia humana. Es todavía verdadero en el siglo XX, como lo fue en el tiempo de Moisés, el hecho de que sólo Dios imparte sanidad. Él es el Médico supremo. (1CBA).