domingo, 20 de marzo de 2022

05. “LOS HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN INCONVENIENTES COMO CAUSA DE ENFERMEDAD”

UNA HERENCIA DE GENERACIÓNEl hombre salió de la mano de su Creador perfecto en su estructura y hermoso en su forma. El hecho de que durante seis mil años haya soportado el peso siempre creciente de la enfermedad y el crimen, es una prueba concluyente del poder de resistencia del cual fue dotado. Y aun cuando los antediluvianos generalmente se entregaron al pecado en forma irrefrenada, pasaron más de dos mil años antes que la violación de las leyes naturales produjera consecuencias sensibles. Si Adán no hubiera poseído originalmente un poder físico mayor que el que los hombres tienen ahora, la raza se habría extinguido.

A TRAVÉS de sucesivas generaciones desde la caída, la tendencia ha sido siempre hacia abajo. La enfermedad se ha transmitido de padres a hijos, generación tras generación. Aun los infantes en la cuna sufren de aflicciones causadas por los pecados de sus padres.

MOISÉS, el primer historiador, presenta un relato bien definido de la vida social e individual de los primeros días de "la historia del mundo, pero no encontrarnos ningún caso en que un infante hubiera nacido ciego, mudo, lisiado o imbécil.

No se registra un sólo caso de muerte natural en la infancia, en la niñez o al comienzo de la edad adulta.

Las noticias necrológicas del libro de Génesis están concebidas de esta manera: "Y fueron todos los días que vivió 140 Adán novecientos treinta años; y murió". "Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió". Acerca de otros, el registro sagrado establece: "Murió en buena vejez, anciano y lleno de años".

ERA TAN RARO que un hijo muriera antes que su padre, que un hecho tal era considerado digno de ser registrado: "Murió Harán antes que su padre Taré".

LOS PATRIARCAS desde Adán hasta Noé, con pocas excepciones, vivieron casi mil años. Desde entonces el promedio de la vida ha estado decreciendo.

EN EL TIEMPO DE LA PRIMERA VENIDA DE CRISTO, la raza humana había degenerado tanto, que no solamente ancianos, sino también personas de edad media y jóvenes eran llevados desde todas las ciudades al Salvador, para ser sanados de sus enfermedades. Muchos trabajaban bajo una increíble carga de miseria.

LA VIOLACIÓN DE LAS LEYES FÍSICAS, con su consecuente sufrimiento y su muerte prematura, ha prevalecido por tanto tiempo, que estos resultados se consideran como la suerte común de la humanidad; pero Dios no creó a la raza en una condición tan débil. Este estado de cosas no es obra de la Providencia, sino del hombre. Es el producto de hábitos erróneos: es la consecuencia de violar las leyes que Dios ha formulado para gobernar la existencia del hombre.

UNA TRANSGRESIÓN continua de las leyes naturales es una transgresión continua de la ley de Dios. Si los hombres hubieran sido siempre obedientes a la ley de los Diez Mandamientos, practicando en su vida los principios de aquellos preceptos, la maldición de la enfermedad que ahora inunda al mundo no existiría.

"¿O IGNORAS que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu los cuales son de Dios" (1 Cor: 6:19, 20).

CUANDO LOS HOMBRES siguen una conducta que consume innecesaria 141 mente su vitalidad o entenebrece su intelecto, pecan contra Dios; no lo glorifican en su cuerpo y en su espíritu, que son de Dios.

SIN EMBARGO, a pesar del insulto que el hombre ha inferido a Dios, el amor divino todavía se extiende a la humanidad; y el permite que brille la luz, habilitando a los hombres a ver que, a fin de vivir una vida perfecta, deben obedecer las leyes naturales que gobiernan su ser. ¡Cuán importante es, pues, que el hombre ande en esta luz, ejercitando todas sus facultades, tanto las del cuerpo como las de la mente, para la gloria de Dios!

NOS ENCONTRAMOS en un mundo que está opuesto a la justicia, o sea a la pureza de carácter, y especialmente opuesto al crecimiento en la gracia.

DONDEQUIERA que miremos, vemos contaminación y corrupción, deformidad y pecado. ¡Cuán opuesto es todo esto a la obra que debe realizarse en nosotros precisamente antes de recibir el don de la inmortalidad! 

LOS ELEGIDOS DE DIOS deben aparecer puros en medio de las corrupciones que pululan entre ellos en estos últimos días. Sus cuerpos deben ser hechos santos, sus espíritus puros. Si esta obra ha de realizarse, debe ser abordada de inmediato, con fervor y en forma inteligente. El Espíritu de Dios debe tener perfecto dominio, para influir toda acción...

LOS HOMBRES han mancillado el templo del alma, y Dios les exige que despierten y que luchen con toda su fuerza para reconquistar la virilidad que Dios les concedió. Nada sino la gracia de Dios puede convencer y convertir el corazón; solamente de él pueden los esclavos de la costumbre recibir poder para quebrantar las cadenas que los atan.

ES IMPOSIBLE que un hombre presente su cuerpo como sacrificio vivo, santo aceptable a Dio, mientras continúa complaciendo hábitos que lo privan del vigor físico, mental y moral.

DE NUEVO EL APÓSTOL DICE: "No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de 142 vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Rom. 12:2). 

Consejos Sobre El Régimen Alimenticio (EGW). MHP 


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