Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de
reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y
lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para
mañana. Éxodo 16:23.
En el sexto
día se encontró que había sido depositada una doble
cantidad [de maná], y el pueblo recogió dos gomeres por persona.
Cuando los
jefes vieron lo que estaban haciendo, inmediatamente hicieron saber a
Moisés esa aparente violación de sus instrucciones, pero su contestación fue: “Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana
es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer,
cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que
os sobrare, guardadlo para mañana”. Éxodo 16:23.
Así lo hicieron, y
vieron que no se echó a perder. Y Moisés
dijo: “Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para
Jehová; hoy no
hallaréis en el campo. Seis días lo
recogeréis, más el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará”. Éxodo 16:25.
El Señor no es
menos exigente ahora en cuanto a su
sábado de lo que lo fue cuando dio
estas instrucciones especiales a los hijos de Israel.
Ordenó que
cocieran lo que tenían que cocer, y cocinar (es decir, hervir) lo que tenían
que cocinar en el día sexto, día de
preparación para el descanso del sábado. Los que descuidan hacer
una preparación adecuada en el sexto día para el sábado, violan el
cuarto mandamiento, y son transgresores de la ley de Dios.
En sus
instrucciones a los israelitas, Dios les prohibió que
cocieran y cocinaran en sábado. Esa
prohibición debería ser considerada por todos los
observadores del sábado como un mandato
solemne de Jehová para ellos.
[De esta manera] el
Señor guardaría a su pueblo de comer con exceso el sábado, día que puso aparte para
la meditación y la adoración sagradas...
Dios
manifestó su gran cuidado y amor por su pueblo al enviarles pan
del cielo. “Todos ellos comieron pan de ángeles” Salmo 78:25 (NVI); es decir, pan
que le proveyeron los ángeles... Después que
fueron provistos con tal abundancia de alimento, se avergonzaron de su
incredulidad y sus murmuraciones, y prometieron
confiar en el Señor para el futuro.
The Signs of the Times, 15 de abril de 1880. [134] EGW/MHP
AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=4CsAxtHvIWk&list=PLVsLdOIe7sVuUZaZ1uR2ftk0UT8XIe3vg&index=6&pp=sAQB
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