Porque al que tiene le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun
lo que tiene le será quitado. Mateo 25:29.
Siempre ha habido y
siempre habrá diversidad de dones. No son los grandes dones los que Dios exige y
acepta, sino que él requiere los talentos menores, y los aceptará si los
hombres y las mujeres los usan para su gloria. ¿No hemos llegado a ser siervos
del Maestro por su gracia? No es, entonces, nuestra propia propiedad la que se
nos confía, sino que son los talentos del Señor. El capital es suyo y somos
responsables por su uso o su abuso.
Espero que en
cada iglesia se realicen esfuerzos para estimular a los que no están haciendo
nada.
Ojalá que Dios haga que estas personas comprendan que él requerirá de ellas
el único talento con lo que éste habría podido producir; y si descuidan
de ganar otros talentos junto al que tienen, experimentarán la pérdida de ese
talento y también su propia alma. Esperamos ver un cambio en nuestras iglesias.
El Señor se está preparando para
regresar, para pedir cuentas a sus siervos por sus talentos que les ha
confiado.
¡Que Dios tenga misericordia ese día de los que no hacen nada! Los que escuchen estas palabras de aprobación: “Bien hecho, buen siervo fiel”, habrán obrado correctamente en el aprovechamiento de sus habilidades y recursos financieros para la gloria de Dios.
¿Quién saldrá en ayuda del Señor,
en ayuda del Señor contra el poderoso?
Satanás es un general activo, perseverante, fiel en su
obra, dirigiendo sus ejércitos. Tiene por doquier sus fieles centinelas.
¿Qué están haciendo los siervos de
Jesucristo? ¿Tienen puesta la armadura? ¿Son
vigilantes y fieles para hacer frente y resistir las vigorosas fuerzas del
enemigo? ¿O están durmiendo, esperando que otro haga su obra...?
Despertemos todos, porque está cerca el tiempo cuando se dirá: “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía”. Apocalipsis 22:11. Precisamente ahora es el momento de buscar la pureza y la santidad de carácter, y conseguir vestiduras blancas, con el fin de que podamos estar preparados para tener un lugar en la cena de bodas del Cordero.
The Review
and Herald, 14 de marzo de 1878. [79]
AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=bJw6t1DgB6k&list=PLVsLdOIe7sVu8i3spxZdlwjNyR-2pWNT5&index=12&pp=sAQB
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