sábado, 3 de junio de 2023

03.- “SER HONESTO CON LOS DEMÁS Y CON DIOS” VI. SER SEMEJANTES A JESÚS EN SU ÉTICA CON EL MUNDO (EGW)

 

Pesa exacta y justa tendrás; efa cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. Deuteronomio 25:15.

Es mejor tratar honestamente con sus semejantes y con Dios. Usted depende de Cristo para cada favor del que goza; depende de él para la vida futura inmortal, y no puede darse el lujo de no tener puesta su mirada en el galardón.

Los que comprenden su dependencia de Dios sentirán que deben ser honrados con sus semejantes, y por sobre todo deben ser honrados con Dios, de quien proceden todas las bendiciones de la vida.

La desobediencia a los mandamientos positivos dados por Dios concernientes a los diezmos y las ofrendas, queda registrada en los libros del cielo como un robo perpetrado contra él.

Nadie que es deshonesto con Dios o con sus semejantes puede prosperar...

El Señor nos ha comprado por su preciosa sangre, y es por su misericordia y gracia por lo que podemos esperar el gran don de la salvación.

Y se nos manda que hagamos justicia, amemos misericordia y nos humillemos para andar con nuestro Dios.

Y sin embargo, el Señor declara: “Me habéis robado... vosotros la nación toda me habéis robado”. Malaquías 3:8,9.—The Review and Herald, 17/12/1889.

Cuando tratamos injustamente a nuestros semejantes o a Dios, despreciamos la autoridad divina e ignoramos el hecho de que Cristo nos ha comprado con su propia vida.

El mundo está robando a Dios en gran medida. Cuanto más riquezas él les imparte, tanto más la gente las reclama como suyas para ser empleadas como a ellos les agrada.

¿Pero irán en pos de las costumbres del mundo los profesos seguidores de Cristo? ¿Perderemos la paz de la conciencia, la comunión con Dios y la comunidad con nuestros hermanos y nuestras hermanas debido a que hemos fallado en dedicar a su causa la porción que él reclama como suya?

Que los que pretenden ser cristianos recuerden: están trabajando con el capital que Dios les ha confiado, y se requiere de ellos que sigan fielmente las instrucciones de las Escrituras concernientes a su uso.

Si viven en armonía con Dios, no cometerán ningún desfalco con los bienes de su Señor, ni los invertirán en sus propias empresas egoístas. 

Consejos sobre Mayordomía Cristiana, 82, 83. [162]

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=JXmtJS2Yvhk&list=PLVsLdOIe7sVs6M9Rbo5qmC5KxlSCNC_2b&index=3&pp=gAQBiAQBsAQB


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