¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas? Miqueas 6:11.
Una persona honrada,
según la medida de Cristo, es aquella que manifiesta integridad inquebrantable.
Las
pesas engañosas
y las balanzas falsas con que muchos tratan de incrementar sus intereses en el
mundo, son abominación a la vista de Dios.
Sin embargo, muchos de los que profesan guardar los mandamientos de Dios trabajan
con pesas y balanzas falsas.
Cuando los hombres o las mujeres están verdaderamente relacionados
con Dios y guardan su ley en verdad, su vida lo revelará, porque todas sus
acciones estarán en armonía con las enseñanzas de Cristo.
No venderán su honra por ganancia. Sus principios se basan en el fundamento seguro, y su conducta en asuntos mundanales es un trasunto de sus
principios.
La firme integridad resplandece como el oro entre la
escoria y la basura del mundo. Se puede pasar por alto y ocultar a los ojos de la humanidad
el engaño, la mentira y la infidelidad, pero no a los ojos de Dios.
Los ángeles del Señor, que vigilan el desarrollo
de nuestro carácter y pesan nuestro valor moral, registran en los libros del
cielo estas transacciones menores que revelan el carácter.
Si los obreros son infieles en las vocaciones diarias
de la vida, y descuidan su trabajo, el mundo no los juzgará
incorrectamente si estima su norma religiosa de acuerdo con su norma
comercial.
“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y
el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto”. Lucas 16:10.
No es la magnitud de un asunto lo que hace que sea justo o injusto. Así como los hombres y las mujeres tratan con sus semejantes, tratarán con Dios. El que es infiel en las riquezas injustas, no recibirá nunca las riquezas verdaderas.
Los hijos de
Dios no deben dejar de recordar que en todas sus transacciones
comerciales son probados y pesados en la balanza del
Santuario.
Joyas de los Testimonios 1:510, 511. [170]
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