Orando en todo tiempo
con toda oración
y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Efesios
6:18.
Algunos no son
naturalmente piadosos, y por lo tanto deberían reforzar y cultivar
el hábito de hacer un examen íntimo
de su vida y sus motivos, y deberían fomentar de un modo especial el amor por
los ejercicios religiosos y por la oración secreta.
Con frecuencia se los escucha hablar
de dudas e incredulidad, y se explayan en las prodigiosas luchas que han tenido que librar con sentimientos de incredulidad y duda.
Se espacian en influencias desalentadoras como para afectar su fe, esperanza y valor en relación con la verdad y en el triunfo final de la obra y la causa en la cual están comprometidos, como si fuera una virtud especial encontrarse en el lado de los que dudan.
A veces parece que realmente se complacieran en insistir en la posición del infiel, y fortalecen su incredulidad con cada caso que pueden encontrar como excusa de sus tinieblas.
A los tales les diría: “Sería mejor que bajaran
enseguida y dejaran
los muros de Sion hasta que lleguen
a estar convertidos”...
Pero, ¿cuál es la razón de esas dudas, de esa oscuridad e incredulidad?
Respondo: Estos hombres y estas mujeres
no están en una relación
correcta con Dios. No son honestos y sinceros con su propia alma. Han descuidado cultivar la piedad personal. No se han separado de
todo egoísmo, ni del pecado y los pecadores.
Han fallado en estudiar la vida abnegada
y de renunciamiento de nuestro
Señor, y han fallado en imitar su ejemplo de pureza, devoción
y abnegación.
El pecado que los
asedia fácilmente ha sido fortalecido por la complacencia. Por su propia negligencia y pecado se
han separado de la compañía del Maestro divino...
Estamos
comprometidos en una obra exaltada y sagrada.
Los
que profesan ser llamados para
enseñar la verdad a quienes moran en tinieblas, no deben ser ellos
mismos núcleos de incredulidad y de tinieblas. Deberían vivir cerca de Dios, donde puedan ser luz en el Señor.
La razón por la cual no son luz, es porque no están obedeciendo la Palabra de Dios; por lo tanto, se expresan palabras de duda y de desánimo, cuando deberían escucharse sólo palabras de fe y de santa alegría.
Testimonies for the Church
2:513-516.18
AUDIO.
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