Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.
Buscad a Jehová
y su poder. 1 Crónicas 16:10,11.
La oración no es entendida como se debiera. Nuestras
oraciones no son para informar a
Dios de algo que él no sabe. El Señor está al tanto de los secretos de cada alma. Nuestras oraciones no tienen por qué ser largas ni decirse
en voz alta. Dios lee
los pensamientos ocultos. Podemos orar en secreto, y Aquel que ve en secreto
oirá y nos recompensará en público.
Las oraciones
dirigidas a Dios para contarle
todas nuestras desgracias cuando en realidad
no nos sentimos desgraciados, son oraciones hipócritas.
Dios tiene en cuenta el corazón contrito. “Porque así dijo el
Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en
la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu
de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados”. Isaías 57:15.
La oración
no tiene por objeto obrar un cambio
en Dios; nos pone a nosotros en armonía con Dios. No reemplaza al
deber. Dios nunca aceptará en lugar del
diezmo la oración hecha con frecuencia y fervor. La oración no pagará
nuestras deudas a Dios...
La fuerza
adquirida por medio de la oración a Dios nos preparará para nuestros deberes cotidianos.
Las
tentaciones a que estamos diariamente expuestos hacen de la oración una necesidad. Con el fin de ser mantenidos por el
poder de Dios mediante la fe, los deseos de la mente debieran ascender continuamente en
oración silenciosa.
Cuando estamos
rodeados por influencias destinadas a apartarnos de Dios, nuestras peticiones de ayuda y fuerza
deben ser incansables. A menos que así sea, nunca tendremos éxito en quebrantar el orgullo y en vencer
el poder que nos tienta a cometer excesos pecaminosos que
nos apartan del Salvador.
La luz de la verdad,
que santifica la vida, descubrirá al que la recibe las pasiones pecaminosas de su corazón,
las cuales se esfuerzan por conseguir el señorío y hacen necesario
tener todo nervio
en tensión y ejercitar todas las facultades para resistir a Satanás
y vencer por los méritos
de Cristo. Mensajes para los Jóvenes,
245, 246. 22
AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=1-vg00BVl1c&list=PLVsLdOIe7sVtovwVd5uGiwjr745Ja5t-n&index=16&pp=sAQB
No hay comentarios:
Publicar un comentario