sábado, 19 de agosto de 2023

19. “LA NATURALEZA ENSEÑA EL VALOR DE OBEDECER LA LEY” VIII. SER SEMEJANTES A JESÚS EN SU ESTUDIO DE LAS LECCIONES DE LA NATURALEZA (EGW)

¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Mateo 10:29.

El gran Maestro puso a sus oyentes en contacto con la naturaleza para que oyeran la voz que habla en todas las cosas creadas, y a medida que su corazón se hacía más sensible y su mente más receptiva, les ayudaba a interpretar la enseñanza espiritual de las escenas que contemplaban sus ojos.

Las parábolas, por medio de las cuales le gustaba enseñar lecciones de verdad, muestran cuán abierto estaba su espíritu a las influencias de la naturaleza y cómo le agradaba extraer la enseñanza espiritual del ambiente en que transcurría la vida diaria.

Cristo se valía de las aves del cielo, los lirios del campo, el sembrador y la semilla, el pastor y las ovejas, para ilustrar verdades inmortales. También obtenía ilustraciones de los acontecimientos de la vida, de cosas familiares a sus oyentes, tales como la levadura, el tesoro escondido, la perla, la red del pescador, la moneda perdida, el hijo pródigo, las casas construidas en la arena y en la roca.

En sus lecciones había algo para interesar a cada mente e impresionar cada corazón.

De ese modo la tarea diaria, en vez de ser una serie repetida de trabajos, exenta de pensamientos elevados, resultaba animada por recuerdos constantes de lo espiritual y lo invisible.

Del mismo modo deberíamos enseñar nosotros.

Aprendan los niños a ver en la naturaleza una expresión del amor y de la sabiduría de Dios; vincúlese el concepto del Creador al ave, la flor y el árbol; lleguen todas las cosas visibles a ser para ellos interpretaciones de lo invisible, y todos los sucesos de la vida medios de enseñanza divina.

Al mismo tiempo que aprenden así a estudiar lecciones que enseñan todas las cosas creadas y todas las circunstancias de la vida, muéstrese que las mismas leyes que rigen las cosas de la naturaleza y los sucesos de la vida deben regirnos a nosotros; que son promulgadas para nuestro bien; y que únicamente obedeciéndolas podemos hallar felicidad y éxito verdaderos. La Educación, 102,103. [239]

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=2pVX-4fLG58&list=PLVsLdOIe7sVsnBRseMSkyoXHPttCi0_gq&index=19&pp=gAQBiAQBsAQB

  

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