El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel. (Isaías 61:1).
Al Señor no
le agrada que los suyos sean un
grupo de plañideras. Él quiere que
se arrepientan de sus pecados para
que puedan
disfrutar de la
libertad de los hijos de Dios. Entonces serán llenados con
las alabanzas de Dios y serán una
bendición para otros.
El Señor
Jesús también fue ungido
para dar “…a los afligidos de Sion... gloria en
lugar de ceniza, óleo de gozo en
lugar de luto, manto de alegría en
lugar del espíritu angustiado”, y para que
fueran llamados “árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”. (Isaías
61:3)...
¡Ojalá éste
pudiera ser el propósito de nuestra vida! Si fuera así, cuidaríamos aún la
expresión de nuestro semblante, nuestras
palabras y hasta el tono de
nuestra voz. Todas nuestras
transacciones comerciales se efectuarían con fe e integridad. Entonces el mundo se
convencería de que hay un pueblo que es leal al Dios del
cielo...
Dios exhorta a todos para
que se pongan en armonía con él. Los recibirá si abandonan sus
malas prácticas. Mediante una unión con la
naturaleza divina de Cristo pueden escapar de las
influencias corruptas de este mundo. Es tiempo de que
cada uno de nosotros decida en qué
lado está.
Los agentes
de Satanás trabajarán en
cada mente que les dé cabida. Pero también hay
agentes celestiales listos para
comunicar los brillantes rayos de la gloria de Dios a todos los
que estén dispuestos a recibir al Señor.
Lo que
necesitamos es la verdad, la
preciosa verdad en todo su encanto. La verdad impartirá libertad y
alegría. 4CBA 1175.
(368)
No hay comentarios:
Publicar un comentario