Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad. Por lo cual nos gozamos de
que seamos nosotros débiles, y
que vosotros estéis fuertes; y aun oramos por vuestra perfección. (2 Corintios
13:8,9).
Dios ha
señalado apóstoles, pastores, evangelistas y maestros para la perfección de los
santos, para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguen a la unidad
de la fe.
Dios Declara
A Su Pueblo: “…Y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios”.
(1Corintios 3:9). Debe haber un
progreso constante. Paso a paso sus
seguidores deben hacer senderos
rectos para sus pies, no sea que lo
que es cojo salga fuera del camino.
Los Que
Trabajan Para Dios Deben Actuar Inteligentemente Para Superar Sus Propias
Deficiencias y glorificar al Señor Dios
de Israel estando en la luz, trabajando en la
luz del Sol de justicia.
Así
llevarán a la iglesia hacia adelante, hacia arriba y hacia el cielo, Haciendo
Que Su Separación Del Mundo Sea Más Y Más Nítida.
A medida que
asemejan su carácter al del Modelo divino, los hombres y las mujeres no
protegerán su propia dignidad personal.
Con un interés celoso, vigilante, lleno de amor y consagrado, protegerán los santos intereses de la iglesia del mal que amenaza enturbiar y oscurecer la gloria que Dios se propone que brille a través de
ella.
Verán que los planes de Satanás no tienen lugar ni apoyo en ella, pues la iglesia no estimula una actitud que busca las faltas, la chismografía, la
maledicencia y la acusación de los hermanos; pues esas cosas la debilitarían y la derribarían.
Nunca habrá un tiempo en la historia de la iglesia de Dios cuando el obrero de Dios pueda cruzarse de brazos y estarse cómodo, diciendo: “Todo es paz y seguridad”. Es entonces cuando sobreviene la repentina destrucción.
Todas las cosas pueden estar avanzando en medio de una prosperidad aparente; pero Satanás está completamente despierto, y estudia y consulta con sus malos ángeles otra forma de ataque por medio de la cual pueda tener éxito.
El conflicto se hará más y más severo por parte de
Satanás; porque él es movido por un poder de abajo.
A medida que la
obra del pueblo de Dios avance con energía
santificada e irresistible, implantando el estandarte de la justicia
de Cristo en la iglesia, movida por un
poder que procede del trono de Dios, el gran
conflicto se irá haciendo cada vez más severo, y cada vez más
determinado.
La
mente se opondrá a la mente, los planes a los planes, los
principios de origen celestial a los principios
de Satanás.
La verdad, en sus diferentes fases, estará
en conflicto con el error en sus formas
siempre cambiantes y progresivas, las que, si fuera posible, engañarán
a los mismos escogidos. Testimonios para los Ministros, 413,414. [359]
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