Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. (1Juan 4:16).
“Nadie ha
visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su
amor se ha perfeccionado en nosotros” (1Juan 4:12),
y ese amor no
puede ser reprimido... Sólo Llegando A Ser
Participantes De La Naturaleza Divina Puede
Cumplirse La Ley De Dios En Los Seres Humanos.
Sólo los
que aman a Dios con todo su
corazón, alma, mente y fuerza, y a sus prójimos como a
sí mismos, pueden dar gloria a
Dios en las alturas, y en la
tierra paz, buena voluntad para con los hombres.
Esta Fue
La Obra De Cristo, y cuando su
obra es apreciada y representada por sus seguidores, se alcanzará el
gran resultado en el “gozo que le
fue propuesto”, es decir, en la salvación de las almas por las que entregó su vida.
El Señor ha
estado trabajando constantemente de generación en generación para despertar en el alma de los
seres humanos un sentido de su parentezco divino, y de esa manera
establecer un orden y una armonía
divinas proporcionales a la grande y eterna liberación que ha efectuado para cada uno que
lo recibe.
El
Señor Exhorta A Todos Los Que Profesan Creer En Él A
Ser Colaboradores Con Él, Que Usen Cada
Habilidad Dada Por Dios, Cada
Oportunidad Y Privilegio Para Llevar A Jesucristo A Las Almas Que Perecen Y Que Están
Dentro De La Esfera De Su Influencia.
Aquí está la única esperanza
para la transformación del carácter; esto dará
paz y gozo al creer, y los capacitará para la sociedad de
los ángeles celestiales en el reino de Dios. ¡Oh, cuán fervientes,
perseverantes e incansables deberían ser
los esfuerzos de cada alma que ha sido
perdonada del
pecado para tratar de llevar a otras almas a
Jesucristo, para que sus
vecinos lleguen a ser coherederos con Jesús! Quienquiera
que sea su prójimo, hay que
buscarlo y trabajar por él.
¿Son
ignorantes? Que su comunicación, su relación con ellos, los haga más
inteligentes. Los parias o
marginados, los jóvenes, llenos de defectos de carácter, son los mismos a
quienes Dios nos ordena ayudar. Cristo dijo: “No he
venido a llamar justos, sino a pecadores al arrepentimiento” Lucas 5:32...
La misma
nobleza del mundo considerará un honor ir al cielo en la
compañía de quienes sean lo
suficientemente humildes como para aprender, y ángeles de Dios
cooperarán con los que son
obreros juntamente con Dios.
Necesitamos tener
hambre y sed de justicia, para que podamos
tener a Cristo en nosotros como un
pozo de agua que salta para vida
eterna. Special
Instruction Relating to the Review and Herald Office, and The Work in Battle
Creek, 4,5. [369]
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